No es la primera vez que hablamos de la luffa en este blog, y es que es un material fibroso 100% natural, biodegradable y compostable que además, tiene un montón de usos.

• Se usa habitualmente en la limpieza en el hogar, especialmente en la cocina, como sustituto del estropajo tradicional. No raya sartenes, ollas, victrocerámica ni otras superficies delicadas como cerámica o cristal. 

• También es muy común en la higiene personal, a modo de esponja exfoliante. Aunque su textura es rígida y áspera, se ablanda en contacto con el agua, y es ideal para aplicar en zonas como codos, brazos, glúteos, rodillas y pies.

• La luffa también se usa como complemento del cuidado de mascotas roedoras como cobayas, conejos, jerbos y hámsters. Al tratarse de un material 100% natural, la mascota puede jugar, roer y mordisquear sin peligro, beneficiando sus dientes y manteniéndola sana y activa.

La luffa se puede lavar a mano o en la lavadora a 30º o incluso se puede hervir durante 2 o 3 minutos y después dejar secar al aire. Debe guardarse en un lugar seco. Cuando pierda su olor y color inicial es conveniente reemplazarla.

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